Hace mucho que quiero contarles de este humilde huerto de plantas aromáticas, pero la verdad es que estaban atravesando un momento muy decadente de abandono y sequía cercano a la muerte. Entonces tuve que llamar a mi tía la de las plantas (Uds. también deben tener una tía de las plantas) que vino con todas sus herramientas jardineriles y la tierra y plantines nuevos para resucitar el pobre y abandonado huerto. En realidad no sé como se hace porque lo hizo todo mi tía la de las plantas. Yo sé lo que NO hay que hacer, así que en todo caso puedo desarrollar un poquito eso. Pero lo que más me interesa (y aquí viene el espíritu de este blog) es que "Sí se puede". Yo vivo en un departamento pequeño sin balcón, o sea que no tengo muchas chances de dejar fluir libremente mi lado hippie en lo que a plantas respecta. Pero en mi edificio hay una terraza con jaulitas para la ropa. Y un día me di cuenta que no tener espacio no tenía porqué ser un impedimento. Me obligué a hacer una si
Poniéndole onda al menú del estudiante y trabajador, a la vida misma, etc.