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Comer es amor

La caprichosa RAE, como todo nuestro caprichoso vocabulario, dice que comer es "masticar y deglutir un alimento sólido". Me resulta tan pobre esa definición para un acto cotidiano y tremendamente vital que nos encuentra solos y con otros... Será porque desde que tengo uso de razón no puedo evitar ponerle un un plus de amor al proceso alimenticio. Comemos porque debemos. Algunos comen lo que pueden, otros los que quieren y el resto miti y miti. Me es imposible en este mar de ignorancia aproximar qué porcentaje le corresponde a cada cual. Pero lo que es cierto es que solos o con otros, hay un plus de amor que algunos ponemos al acto alimenticio y no solo por gordos nos dan ganas locas de comernos la vida. Se que robaba carne cruda de la mesada y la comía como lo haría ahora con un alfajor Fantoche. Y la cebolla sufría el mismo destino a manos de una infante voraz. También los fósforos (hablamos del capricho ya?). Nada me explica por qué disfrutaba lo que disfrutaba e
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Berenjenas y zuccinis a la pizza

Puedo decirles sin temor a equivocarme que ciertamente luché con todas mis fuerzas para que este blog no cayera (como tantas otras cosas) bajo la indigencia de mi rusticidad mental y sus vaivenes. Luché pero no me salió. Igual un poco me alegra porque eso justifica el nombre del blog. Así que estamos bien.  En fin, recuperando mi amor gastronómico por zafarla incesantemente, rescaté estos bebes de la heladera antes de que se echaran a perder. Típico mío, los compré porque estaban en oferta y no me pude resistir.  No es que piense que las berenjenas y los zuccinis sean aburridos, más bien todo lo contrario, pero convengamos que necesitan su alimento remolcador para levantar sabores. Esta es una forma super fácil y rica de comerlos. Yo usé 1 berenjena y 1 zuccini para 1 persona (mi misma), salsa de tomate de frasco, queso sardo rallado en cantidades abundantes, cebollita de verdeo, sal y pimienta.  Corté los vegetales en rodajas, los llevé a la plancha con un poquito

Budin de te negro y jengibre

Introducción brevísima y créditos:  Hace tiempo andaba buscando el modo de hacer un rico budincillo de te y googleando encontré la increíble receta de Directo al Paladar  que les comparto aquí con mínimos retoques para que se regocijen en cuerpo y alma, alegrando los corazones propios y los ajenos, todos los que quieran.  Es súper fácil y tiene un sabor espectacular. Pruebenlo!! Usamos: 240 ml de agua (1 taza), 1 saquito de té negro, 200 gr de harina, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1 pizca de sal, 1 cucharadita de jengibre molido, 150 gr de azúcar, 55 gr de mantequilla fría, 1 huevo ligeramente batido, 2 cucharadas de miel. 1) Precalentar el horno a 180ºC y enmatecar un molde para budín. 2) Hervir el agua y preparar el té. Dejar infusionando por 5 minutos. 3) Mezclar en un bol la harina con el polvo de hornear, la sal, el jengibre molido y el azúcar. Añadir la manteca cortada en cubitos y trabajarlo con las manos, frotando bien con la yema de los dedos, hasta consegu

Torta de manzana (sin TACC)

Mi madre siempre supo hacer (desde que tengo uso de razón) la mejor torta de manzanas en la sartén y ni se le pegaba. Como probé varias veces pero no tuve esa suerte (esa destreza) me resigné a hacerla con el horno no más, para no correr riesgos. Esta torta no lleva gluten y tampoco materia grasa, por lo que tiende a salir no tan húmeda. Les dejo la variante para que elijan cual. Lo bueno es que se hace super rápido!! Ideal para salir de apuro cuando hay hambre pero no sobra tiempo ni ganas... Usamos: 3 manzanas, 1 taza de azúcar, canela, 1  ½ taza de premezcla sin TACC ( o  ½ taza de harina de arroz,  ½  de fécula de mandioca y  ½  de almidón de maíz), 3 huevos, 2 cditas de polvo de hornear. 1) En el molde que vamos a poner la torta colocamos un poco de manteca en toda la base y bordes, agregamos azúcar en el fondo hasta cubrir y arriba las manzanas cortadas en rodajas cubriendo todo el fondo. Espolvoreamos con cantidades industriales de canela, si fuera de la preferencia del

Ensalada de rúcula, queso y naranja

Hace muchos años, cuando me corría juventud por las venas hice un viaje donde conocí un montón de gente de todos lados. Entre esas personas había una española que un día de verano a las 3 de la tarde activó la vida con una ensalada que me dejó boquiabierta y por la que, obviamente, no daba ni 2 pé. Lo que los años se llevaron en energía me lo devolvieron en memoria y curiosidad. Después de 7 años, finalmente hice esta ensalada y qué pena no haberla hecho antes. No sean prejuiciosos y animense, que la combinación es excelentísima. La versión original llevaba rúcula, queso roquefort (maiameee) y gajos de mandarina.  Yo la preparé con lo que tenía en casa:  rúcula, lechuga repollada, gajos de naranja y queso, todos los quesitos que tenía. Pero eso sí, cuanto más fuertes mejor, se realzan mucho los sabores.  Lo condimenté simplemente con un poquito de sal y un chorro casi invisible de aceite. Después solo queda disfrutar y ser feliz con todo el frescor de esta ensalada increíble

Bizcochuelo.

La primera vez que vi esta receta pensé que era sarasa, porque es tan simple y parecía que quedaba tan bien... Bueno, obviamente desconfié de ignorante no más, y tan porfiada estaba que la hice a ver que pasaba. Y si, funciona así sin más. Una hermosura, pruebenlo! Usamos 4 huevos, 120 gr de azúcar, 120 gr de harina 0000 (sin levadura) y esencia de vainilla. Hay que batir los huevos con el azúcar a punto letra: son 10/12 min aproximadamente en batidora. Después, fuera de la batidora, añadir la harina y la esencia de vainilla. Llevar a un molde enmatecado y hornear durante 30 minutos a 180º. NO ABRAN EL HORNO!!! NUNCA!! NI QUE SU VIDA DEPENDIERA DE ELLO! El resultado es una esponja, así sin más. Puro aire, puros poritos, puro amor. Muy adictivo, ojo ahí.

Lasagna de espinaca y choclo

Las canciones más dulces se han escrito pensando en la lasagna. Poesía pura, todo esa crema hermosa entre capa y capa, es un verdadero canto a la vida.  Es súper fácil y te voy a contar para que la hagas. No admite un "no" por respuesta. Tan fácil es que la hice un MARTES AL MEDIODIA, o sea. Vayamos a lo importante.  1) Use 8 tapitas de lasagna compradas, obviamente. Ni bien empiecen ponganlas a remojar para que se vayan ablandando.  2) En una sartén saltée 1 cebolla picada con espinaca congelada lista para usar (400 gr. más o menos, pero echenle a ojo, sigan su instinto). Cuando estuvo lista, salpimenté y añadí 2 cdas generosas de queso crema. Listo el relleno.  3) Para la crema de choclo mezclé 1/2 taza de leche y 1/2 taza de crema de leche con 2 cditas de almidón de maíz. Llevé al fuego 2 o 3 minutos para que espese un poquito. Luego incorporé 1 lata de choclo cremoso y uni bien todo. Si querés lo podes procesar con el mixer.  4) Armado de la lasagna: En la