La cocina neurótica como su nombre lo indica tiene sus altibajos gastronómicos y después de algunos días en incertidumbre alimenticia hemos vuelto para sensibilizar esos paladares con alma!! Les traje en el día de la fecha un bizcochuelo para amigos de los cítricos y las masas livianitas. Así que basta de cháchara y vamos con la recetilla:
Ingredientes:
3 huevos
1 taza de leche
1 taza de azúcar
1 1/2 taza de harina leudante
esencia de vainilla
ralladura de 1 mandarina
jugo de 1 mandarina
Y la cosa es así: batimos ligeramente 3 yemas de huevo con la leche, la ralladura y el jugo de mandarina, la taza de azúcar y la esencia de vainilla. Incorporamos de a poco la harina leudante. Por otra parte batimos las 3 claras que nos quedaron con un poquito de azúcar. Para batir a mano hay que tener muchas ganas y fuerza de biceps o una batidora eléctrica ideal para vagos como yo. En cualquier caso nos damos cuenta que están listas porque al levantar el tenedor o batidor las puntas quedan en su lugar, firmes y sin chorrear. Las incorporamos a la preparación con mucho amor y cuidado hasta que se integren bien. Volcamos en un recipiente para horno, espolvoreamos con azúcar y llevamos al horno a 180º durante 40'. Y tarán! Espumita de mandarina lista!
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