La receta de hoy fue un intento desesperado por terminar de ocupar la acelga que compré el otro día cuando hice los mostacholes, antes de que se ponga fea. Primero pensé en hacer cuasi tarteletas pero me dí cuenta de que no había comprado tapas para empanadas. Después se me ocurrió hacer croquetas y mientras preparaba los ingredientes me di cuenta de que podía hacer algo mucho más fácil! Y me puse a hacer una tortilla. Pero después me acordé de cuánto me cuesta darla vuelta: termino desparramando 1/4 del relleno en la cocina y otro 1/4 en el piso, o sea que me queda media tortilla toda despatarrada en la sartén, a esa altura ya estoy un poco chinchuda y bueno, no termina bien la cosa. Entonces hice una especie de frittata. Que es como una tortilla pero no hay que dar vuelta nada. Bueno, al grano!
Ingredientes para 1 persona:
1 atado de acelga mediano
1/4 de morrón rojo
1 cebolla
3 huevos
queso
aceite
sal
pimienta
orégano fresco
Super fácil pero de verdad! Primero cortamos las verduras: la cebolla y el morrón en cuadrados chiquitos (aprendí que se llama brunoise), la acelga en tiras delgadas (la forma más sencilla de hacerlo es apilar las hojas y enrollarlas). Salteamos las verduras en una sartén grande o wok hasta que están cocidas. Por otra parte, batimos 3 huevos y añadimos a las verduras en el fuego. Tapamos hasta que el huevo este cocido. Podemos añadir queso antes de retirar del fuego y presentar con orégano fresco (andá pensando en hacer una huertita en el balcón, es lo más!). La cocción debe ser a fuego mínimo para que no se queme abajo y arriba quede cruda. Acordate que no se da vuelta! A la hora de salpimentar háganlo como les dicte su corazón, jaja. Creo que lo mejor es salpimentar solo las verduras. Debo admitir que cometí el error de hacerlo con los vegetales y también los huevos y bueno, digamos que me pasé un poquito.
Y bueno, a disfrutar!
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