Frío para mi es sinónimo de guiso. Son dos cosas del universo que nacieron para ser juntas, como el pan y la manteca, el salame y el queso, eso. El día numero 1 en el que bajaron un poquito las temperaturas aproveché para iniciar oficialmente mi temporada de guisos. Como no estaba en mis planes ese descenso abrupto de temperatura, me encontró con la heladera un poquin pelada, pero como siempre en este blog, nos rebuscamos para hacer algo rico no importa qué!
A medida que las temperaturas continúen descendiendo, el guiso se hará cada vez mas potente, hasta llegar en invierno a niveles 3 o 4 de guisor.
1 morrón
1 cebolla
1 diente de ajo
3 tomates
pure de tomate (cantidad necesaria)
1 taza de caldo
1 pechuga
1/2 lata de porotos en conserva
2 puñados de arroz
sal
pimienta
aceite
Después, lo de siempre. Saltear la cebolla, el morrón y el ajo en la cacerola cortados pequeños. Luego añadir la pechuga cortada chiquita para que se haga mas rápido (cuando hay hambre no hay paciencia!). Triturar algunos tomates para que la salsa sea mas rica, añadirla a lo anterior y poner un poquito también de puré de tomate. En mi caso le pongo muy poquito puré de tomate, prefiero mucho mas el tomate en estado natural, así como nos lo dio la naturaleza!!! Jajaja. Añadir una taza de caldo de gallina, de verduras o lo que sea, y después el arroz. Hay que hacerse presentes a partir de ahora porque sino el arroz se va a pegar todo en el fondo, así que hay que revolver cada tanto cuidando que todo vaya bien. Un ratito antes de que el arroz este a punto, agregar los porotos, salpimentar y taran! Guiso otoñal express!
Yo lo hice con lo que tenia en casa, así que fue bastante azarosa la elección de los ingredientes. La idea es probar con lo que haya! Tampoco le vamos a poner dulce de leche, pero hay que animarse y mezclar!
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